A menudo, cuando imparto clases de Word me encuentro con una dificultad que no tiene nada que ver con el uso en sí de la herramienta: la falta de soltura mecanográfica.
Si los asistentes tienen dificultades para escribir con un teclado se puede perder muchísimo tiempo, creando profundas brechas en clase.
Afortunadamente, la aplicación de Microsoft ayuda al usuario con un pequeño truco que coloca en la hoja activa un texto con el que empezar a practicar.
Para hacer que dicho texto aparezca en pantalla, nos colocaremos al principio de un documento en blanco y escribiremos: Leer más
La sangría izquierda lleva todo el párrafo un poco más hacia el margen derecho; la sangría derecha hace lo mismo pero hacia el lado contrario. La sangría francesa también mueve el párrafo hacia el margen derecho menos la primera línea; la sangría de primera línea sólo ‘mete’ la primera línea del párrafo.
Supongamos que tenemos un documento, con un texto cualquiera y cuya apertura deseamos proteger de miradas ajenas. Lo ideal entonces, es asignarle una contraseña, para que cuando se intente abrir ésta sea solicitada, de forma que seamos nosotros quien la damos a conocer en caso de que nos interese.
La operación es sencilla, y comienza llamando a la opción Guardar o Guardar como, de la forma habitual, tras la que Word mostrará el siguiente cuadro de diálogo: