Entré en contacto con Antonio Domingo hace un par de años si mal no recuerdo. Entonces, aún era el encargado de coordinar a las delegaciones provinciales de Aerco. Cruzamos algunos emails y llamadas pero la asociación empezó a tener problemas y no llegué a ser la delegada para Sevilla.
El tiempo pasó sin más contacto hasta el pasado mes de mayo. Mi amiga Ana Mª Ros me llamó porque iba a participar junto a Antonio Domingo y Antonio Vallejo Chanal en el evento El Sarmiento con diferentes charlas. Así que me pasé para disfrutar de un ratito con Ana, y de paso, conocer en persona a los Antonios 😉
El resultado, tal y como era previsible, unas ponencias muy interesantes y unas personas más todavía. En concreto, Antonio Domingo me sorprendió por la calidez y franqueza que desprende desde el primer momento. Estos sentimientos se reforzaron aún más cuando lo vi en directo practicar su magia y tras compartir algún café en Madrid.
A lo largo de mi vida laboral, y más desde que soy autónoma, he sido muy consciente de la necesidad de practicar un buen networking. Sin embargo, no todas las personas tenemos las mismas habilidades sociales. Y por ejemplo, en mi caso, cuando asisto a una reunión en la que no conozco a nadie, me cuesta muchísimo dar el paso y generar conversaciones. Sin embargo, como sé que es mi punto flaco me obligo a asistir a este tipo de eventos. La mayoría de las veces, apenas sin resultados.
En gran parte ésto sucede porque los organizadores de los encuentros no se preocupan de verdad por las personas que asisten. La mayoría piensa que, el mero hecho de dar tu speech elevator, ya es suficiente. No obstante, eso sólo puede ser efectivo si tienes una necesidad que cubrir y ves la oportunidad para hacerlo. De hecho, en uno de los últimos a los que asistí y donde al menos conocía a varias personas, se limitaron a reunirnos y darnos unos tickets para bebidas. ¡¡Fracaso total!!
¿Y por qué os he contado ésto? Muy sencillo, porque con Antonio Domingo descubrí que hay otra forma de hacer las cosas. En concreto, de hacerlas muy pero que muy bien. Antonio pone en marcha diferentes tácticas para crear relaciones duraderas, no contactos intencionados y ocasionales.
Para ello, propone formas de encontrar puntos en común que faciliten el acercamiento. Además en los eventos temáticos que organiza presta mucha atención a los detalles. Por ejemplo, seleccionando cuidadosamente los perfiles de las personas que solicitan participar.
Desgraciadamente y como aún no he conseguido que organice algo en Sevilla (pero seguiré intentándolo), sólo podéis disfrutar de su buen hacer en Madrid. El resto podemos aprender de su experiencia y metodología a través del libro que ha editado hace poco: Networking, El arte de generar negocio, relaciones y oportunidades. Un manual realmente útil para conseguir tus objetivos y mejorar las relaciones, y que os recomiendo sin lugar a dudas.
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