En el correo tradicional, añadir tu firma al final del escrito, es la forma adecuada de terminar. De esta forma, al hacernos cargo de la autoría, transmitimos transparencia y confianza. Por eso, en el correo electrónico, también debemos actuar de manera similar. Y, aunque el formato no sea el mismo, existen otras opciones disponibles.
Es cierto que en los emails no se suele incluir una firma manuscrita. No obstante, existen otras alternativas. Así, será útil incluir por ejemplo una frase de despedida o tu nombre y teléfono. Leer más