Eso es lo que, por desgracia, aún piensan muchas personas en relación a las RRSS. Sin embargo, la realidad es distinta, y el social selling es posible.
Como cualquier profesional del sector puede afirmar, lo primero es definir una buena estrategia. Lógicamente, también hay que llevar a cabo una buena gestión de las diferentes cuentas.
Así, podemos encontrar empresas que tienen una buena exposición, publican periódicamente, cuidan los contenidos que comparten… Sin embargo, en muchos casos, podemos afirmar que no es posible generar negocio por una mala atención al cliente real o potencial.
Empecemos con algo de contexto. A menudo tengo que viajar por trabajo y eso me da la oportunidad de probar nuevos productos. Por ejemplo, en Madrid, descubrí en La tita Rivera una sidra gallega, Maeloc, que se toma como refresco.
Pues bien, al regresar les pregunté si distribuían sus variedades en algún sitio en Sevilla, y nunca recibí respuesta.
Otro caso similar. En el último viaje a Barcelona disfruté de los yogures de La fageda y tanto me gustaron que les pregunté si podía encontrarlos por aquí en algún sitio. De nuevo, cero respuesta.
Afortunadamente, también hay empresas que funcionan bien y saben aprovechar el momento.
Buscando vestido para un evento encontré uno que me gustó de Carmen Melero y ví que tenían fanpage. Esta firma es fabricante y no tienen tienda propia.
Aún así, les escribí en domingo esperando que al día siguiente me llegara la respuesta. No obstante, sólo unas horas después ya me estaban dando el nombre del distribuidor en Sevilla. Eso es orientación al negocio.
Últimamente se lee mucho sobre este tema: el «social selling».
Es algo obvio, algo sencillo y que sin embargo muchas empresas no aplican en sus redes sociales: me he llegado a preguntar si le ponemos un nombre raro para decir que «eso es cosa de los americanos» e intentar justificar de alguna manera que alguien supuestamente formado, con conocimiento de la empresa e interés en que a esta le vaya bien, no tenga la iniciativa o las instrucciones necesarias para cerrar una venta.
Hay mucho muucho todavía por recorrer en este camino.
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