En diversas ocasiones hemos comentado la importancia que en la actualidad tiene la creación y gestión de nuestra marca personal y profesional. Pues bien, para que la estrategia dé resultado y sea efectiva, recomendamos comenzar el proceso con la elaboración de una DAFO personal.
De esta manera, el análisis realizado nos mostrará cuáles son nuestras debilidades y fortalezas, así como las amenazas y oportunidades que provengan del exterior. El problema se presenta cuando pensamos qué hacer despues.
Supongamos que el puesto al que aspiro requiere de un nivel alto de inglés y mis conocimientos son escasos. Al depender de mi está claro que se trata de una debilidad. En este caso, la solución es clara y pasará por tomar clases para alcanzar el grado y/o soltura que necesite.
Aún así, es cierto que el problema puede agravarse dependiendo de la situación económica (ingresos bajos), familiar (me tengo que ocupar de otras personas)… Pero al menos, estamos ante algo muy concreto y cuya solución se ve con claridad.
No obstante, existen ocasiones en las que cuesta más trabajo ver cómo darle la vuelta a la tortilla, es decir, cómo hacer que nuestras debilidades lo sean menos y desaparezcan.
Os propongo un ejemplo propio. En mi caso reconozco que, comparada con otros profesionales del sector puede parecer que tengos menos conocimientos o experiencia porque utilizo un lenguaje sencillo y llano. Este hecho hace que ciertas personas me infravaloren y soy consciente de ello.
La solución podría pasar por acostumbrarme a utilizar tecnicismos, pero lo cierto es que no soy muy aficionada a ese tipo de lenguaje que solo se aprecia de manera correcta al estar entre profesionales. Parece entonces que la solución no está disponible a primera vista ¿verdad?
Sin embargo, no nos podemos quedar en la superficie, tenemos que ser capaces de tener una visión más amplia que nos permite encontrar otras posibilidades u oportunidades.
Siguiendo con mi problema y analizando mi entorno me di cuenta que, precisamente, la forma de expresarme que utilizo es algo que muchas personas sí valoran adecuadamente. Con esta técnica logro hacer que comprendan con mayor claridad conceptos que a priori pueden resultar abstractos o complicados.
Así, suelo crear una imagen mental del portapapeles como un cuarto trastero cuyo tamaño se amolda al contenido de lo que allí guardemos, o bien en Excel hablamos de gin tonics cuando estudiamos el uso del operador ampersand. Puede parecer un poco extraño o sin sentido, pero al final consigo el resultado que buscaba desde el principio, la comprensión de la materia y su recuerdo.
Por lo tanto, y teniendo en cuenta que la docencia es la parte principal de mi actividad económica, es preferible que esta debilidad sea percibida como tal por algunos mientras que se transforma en fortaleza para muchas más personas.
Por supuesto, aquí no hay una varita mágica que nos de una solución instantánea; todo lo contrario. En cada caso será necesario, como ya he comentado, un análisis profundo de las situaciones personales. Y, si no te ves capaz de encontrar la luz en el horizote, seguro que las personas de tu entorno más cercano (familia, amigos, compañeros) estarán encantados de ayudarte a mejorar.
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