Si tienes una página web o blog, así como cuentas en diferentes redes sociales, necesitarás emplear imágenes para crear diferentes recursos.
La cuestión es que en Internet podemos encontrar millones de fotos o ilustraciones, pero eso no implica que sean de libre disposición.
Una pista muy importante para saber si una imagen tiene copyright, es verificar si cuenta con una marca de agua o un logotipo, si es así ¡¡NO LA UTILICES!! A veces, es posible localizar en alguna parte de la misma el logo con la licencia Creative Commons correspondiente. Si ese es el caso, podrás emplearla siempre que se atenga a lo dispuesto por el modelo.
De todas formas, en el ciberespacio tenemos sitios existen sitios con un buen stock de imágenes gratuitas disponibles. Entre los más populares están Pixabay o Pexels. También, aplicaciones web como Canva o Crello, cuentan con fondos de libre disposición para crear tus propios recursos.
Una opción habitual en personas sin amplios conocimientos es confiar en Bing o Google. Así, utilizan su buscador de imágenes y después, con el botón Herramientas establecen en Derechos de uso la opción Etiquetadas para reutilización…. Sin embargo, esta forma de proceder no siempre resulta tan fiable como cabría esperar.
Una forma sencilla de saber si puedes trabajar libremente con un recurso gráfico que se encuentra en una web es probar la búsqueda inversa en Google. Para verificar la disponibilidad, sitúate sobre la imagen, pulsa el botón derecho del ratón y escoge la opción Buscar imagen en Google.
Tras esta acción, Google generará una SERP o página de resultados de búsqueda. Y ahora es cuestión de investigar pero con cuidado. Ten en cuenta que, el hecho de aparecer en múltiples webs, no significa que se pueda emplear con libertad.
En mi caso, tengo la costumbre de revisar al menos las tres primeras páginas de resultados. Aún así, si no lo tengo del todo claro, suelo acudir al enlace Todos los tamaños que aparece debajo de la indicación Buscar esta imagen en otros tamaños.
Prestando atención, no parece que ninguna de las páginas que alojan esta ilustración corresponda a un repositorio libre de imágenes. Además, si probamos las opciones de reutilización del desplegable Derechos de uso no encontramos ningún resultado válido. Por lo tanto, podemos afirmar con bastante seguridad que esta imagen está protegida por derechos de autor.
¡¡Ahora ya no tienes excusas para hacer las cosas mal!!
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