Cuando en Microsoft crearon la función Autocorrección, lo hicieron con la idea de corregir errores de tipo ortográfico o erratas que realizamos habitualmente.
Por ejemplo, escribe qeu en Word y, tras la última letra, indica de alguna forma que has terminado de escribir la palabra (con espacio en blanco o algún signo de puntuación). Podrás comprobar que la aplicación la corrige, sustituyéndola por que.
Si, de manera frecuente o habitual, tienes palabras que se te “atragantan” puedes utilizar esta función para corregirlas automáticamente. Por ejemplo, supongamos, que al escribir informe, tienes problemas con la tecla n y sueles golpear la m. En consecuencia, produces como salida imforme, lo que a todas luces resulta incorrecto. Leer más
Como ya os expliqué hace tiempo, una de las ventajas de Office 365 es contar siempre con la última versión disponible. Y ahora mismo, los usuarios adscritos pueden disfrutar de PowerPoint 2016. Leer más
Es posible que alguna vez necesitaras crear un CV o un folleto publicitario y no tuvieras claro por dónde empezar. En tal caso, contar con una plantilla te hubiera resultado de gran ayuda ¿verdad? Si la respuesta es sí, sigue leyendo para descubrir qué te ofrece Google.
En la actualidad, son muchas las personas que utilizan Google Drive como servicio de almacenamiento en la nube. Pero no sólo actúa como elemento de almacenaje y copia de seguridad, ya que desde el botón Nuevo puedes crear documentos en blanco o basados en una plantilla.
En el artículo Primeros pasos con SQL vimos la forma más básica de crear una consulta utilizando este lenguaje. Ahora vamos a restringir el ámbito de selección de registros estableciendo para ello distintas condiciones.
Esta orden es la que debemos emplear en conjunción con las anteriores para indicar qué registros nos interesa visualizar.
Utilizando nuestra ya conocida base de datos librería, vamos a escribir una consulta que muestre el Código, Título y Precio de todos los libros con un importe inferior a 25 euros, ordenados de mayor a menor. Leer más
En el correo tradicional, añadir tu firma al final del escrito, es la forma adecuada de terminar. De esta forma, al hacernos cargo de la autoría, transmitimos transparencia y confianza. Por eso, en el correo electrónico, también debemos actuar de manera similar. Y, aunque el formato no sea el mismo, existen otras opciones disponibles.
Es cierto que en los emails no se suele incluir una firma manuscrita. No obstante, existen otras alternativas. Así, será útil incluir por ejemplo una frase de despedida o tu nombre y teléfono. Leer más